A causa de vivir en una sociedad prejuiciosa e inquisitiva, aún hay gente que teme proclamar su amor: «Ven, quiero presentarte a alguien; mira, ella es mi “amiga”», me dijo Fulana. Fulana y yo sabemos que «amiga» es una palabra en clave para designar a la que le come el coño, le succiona las tetas, el culo y le atraviesa el cuerpo cuando mete una de sus manos por su vagina hasta apretarle el corazón con el puño.
Me hubiese gustado ser dinamita para explotar y llevarme conmigo todos los prejuicios.